
En un caso espeluznante que ha captado la atención nacional, Jeanne Kay Whitefeather, de 63 años, y su esposo, Donald Ray Lantz, de 64 años, de Sissonville, Virginia Occidental, han sido condenados a 215 y 160 años de prisión, respectivamente, por someter a cinco niños negros adoptados a trabajos forzados y abuso severo.
24 de marzo de 2025
La pareja adoptó a los hermanos en Minnesota y se mudaron al estado de Washington en 2018 antes de establecerse en Virginia Occidental en mayo de 2023. Poco después de su mudanza, los vecinos reportaron actividades sospechosas, lo que llevó a las autoridades a descubrir que los niños vivían en condiciones deplorables.
Las investigaciones revelaron que Whitefeather y Lantz obligaron a los niños, de entre 5 y 16 años, a realizar trabajos arduos en su granja sin compensación.
Los niños a menudo eran confinados en un cobertizo sin comodidades básicas, privados de comida adecuada y sometidos a abusos físicos y emocionales.
Los informes indican que se les obligaba a dormir en pisos de concreto y se les negaba acceso a instalaciones sanitarias adecuadas.
Procedimientos legales
En enero de 2025, un jurado del Condado de Kanawha encontró a la pareja culpable de múltiples cargos, incluyendo trabajo forzado, tráfico humano, abuso infantil y negligencia.
Whitefeather enfrentó condenas adicionales por violaciones a los derechos civiles basadas en motivos raciales.
Durante la sentencia, la jueza de circuito Maryclaire Akers condenó sus acciones, declarando:
"Trajeron a estos niños a Virginia Occidental, un lugar que yo conozco como 'Casi el Cielo', y los pusieron en el infierno. Este tribunal ahora los pondrá en el suyo."
Impacto en los niños
Las víctimas han sufrido un trauma profundo, expresando dificultades para confiar en otras personas y experimentando pesadillas recurrentes.
En sus declaraciones de impacto, la hija mayor se dirigió directamente a Whitefeather, llamándola "monstruo" y cuestionando cómo podía dormir por la noche.
Defensa y sentencia
La defensa argumentó que la pareja estaba abrumada por los problemas de salud mental preexistentes de los niños y sus traumas pasados.
Sin embargo, la corte desestimó estas afirmaciones, enfatizando la responsabilidad de la pareja en el empeoramiento de las condiciones de los niños.
Whitefeather y Lantz serán elegibles para libertad condicional después de cumplir 40 y 30 años, respectivamente.
Este caso subraya la importancia crítica de la supervisión rigurosa en los procesos de adopción y la necesidad de proteger a los niños vulnerables de la explotación y el abuso. Las severas sentencias reflejan la gravedad de las acciones de la pareja y sirven como un elemento disuasorio contra futuros delitos de esta naturaleza.


